GOLFINES
Los golfines, según Ventura Leblic , aparecen en las tierras convertidas en frontera entre el Tajo y el Guadiana. Eran gentes sin sometimiento a reyes ni señores que deseaban vivir libres en un territorio libre. Por su gran número debieron organizarse y nombraron a algunos reyezuelos como el mítico "Carchena".
Continúa
Leblic describiéndonos “como bandoleros o bandidos de frontera, dándoles el
nombre de golfines, quienes habían hecho del robo y del secuestro su
modo ordinario de vida. Pero no es menos cierto que la historia la escribieron
los otros, los colones pobladores de los montes a partir de los siglos XII y
XIII, por lo que nos gustaría pensar, no sin unas gotas de romanticismo, que
los golfines en un principio no fueron tales bandidos sino ácratas y soñadores
que huyeron de los conflictos y guerras entre moros y cristianos buscando un utópico
territorio neutral, de nadie, encontrándolo en los montes, donde se asentaron a
partir del año mil”.
Parece
ser que durante casi cien años ni los taifas ni los reyes de Castilla pudieron
recuperar y repoblar este territorio inestable. Tan sólo los “golfines” se
mantuvieron en la serranía. La victoria de las Navas de Tolosa abrió de nuevo
las posibilidades de colonizar el sur del Tajo. Los enfrentamientos entre los
nuevos colonos y los “golfines” se incrementaron notablemente.
“La
necesidad de autodefensa en las
tierras repobladas hizo que naciera, al principio con una organización muy básica,
la Hermandad de Colmeneros y Ballesteros de los Montes que perseguían y
ejecutaban a los “golfines” allí donde los prendían, y debieron hacerlo de
manera tan eficaz que en el siglo XIII los reyes de Castilla los favorecieron
con privilegios para mantener la incipiente milicia civil, que el la Llega de
1300 se institucionaliza con la federación de las hermandades de Toledo y
Talavera. Pocos años más tarde se une a ellas la Hermandad de Villa Real,
ampliando el campo de intervención contra los “golfines” que fueron
abandonando estos territorios para refugiarse en el enclave del puerto Miravete,
donde se hicieron fuertes hasta el siglo XIV”.
A
finales del siglo XV esta delincuencia no es más que el inicio de una leyenda
que se hace eco en el siglo de Oro con una obra de Lope de Vega “Las dos
hermanas” que recoge el principio de la Hermandad de Toledo. La Ilustración
es un momento, ya al final de la misma en el que nuestro autor
da por bueno el nacimiento de composiciones populares con los argumentos
y los escenarios que dieron cabida a los “golfines”.